Google Stadia: Lo que pudo ser

La plataforma de Google para jugar en streaming, Google Stadia, se presentó en 2019 y, hasta la fecha, sus resultados no parecen haber alcanzado las expectativas previstas. Hoy analizamos por qué le está costando tanto despegar. 

Google es un gigante en muchos aspectos y llevaba años intentado entrar en la industria de los videojuegos, que está creciendo enormemente. En 2018 se filtró que la compañía estaba trabajando en algún tipo de aplicación o proyecto relacionado, llamado Yeti, que luego se convirtió en Project Stream. Google lanzó una beta en la que solo se podía jugar al ‘Assassin’s Creed: Odyssey’, a través del Google Chrome, sin tener que descargar nada, con un resultado muy positivo

La primera toma de contacto de los jugadores con el servicio de juego en streaming de Google, fue todo un éxito. Se jugaba a través del navegador, sin necesidad de otros dispositivos, aprovechando los servidores que la compañía tenía alrededor de todo el mundo. Pero, a sabiendas de que se adentraban en un campo en el que gozaban de poca experiencia, Google contrató a los mejores especialistas para poder ofrecer una experiencia completa y satisfactoria, cuando se lanzase el proyecto definitivo. 

Google Stadia se presentó oficialmente en marzo de 2019, junto a un nuevo estudio que se encargaría de desarrollar los exclusivos para el catálogo de la plataforma. Destacan la posibilidad de crossplay entre dispositivos aunque, realmente no dependiera totalmente de la compañía, sino también de sus competidores. 

Stadia se lanzó oficialmente en noviembre de ese mismo año, con un funcionamiento sencillo, pero que podría ser uno de los hándicaps del proyecto: una suscripción para poder jugar online a una muy buena resolución, obteniendo algunos títulos gratuitos y descuentos en otros, pero teniendo que adquirir los videojuegos por separado. Por otro lado, también existe la membresía gratuita para jugar en Stadia pero, a una resolución menor. 

El funcionamiento de Stadia implica que, con suscripción o de manera gratuita, haya que adquirir los juegos por separado y, además, a un precio mayor al de otras plataformas ya que, la inversión para adaptar los títulos a Stadia ha sido realmente grande. En resumen, la suscripción es básicamente para poder jugar a una mayor resolución, lo que nos deja con un único beneficio de uso de la plataforma: no requerir de otro dispositivo adicional, como consola o PC para jugar y, aunque es una amenaza en toda regla para compañías como Sony y Microsoft, ¿es esto realmente un beneficio a largo plazo para los jugadores?

Tras su lanzamiento, el catálogo de juegos era limitado pero, además, Stadia no alcanzaba el nivel de calidad que se había prometido, sobre todo con conexiones más limitadas. La maniobra de Google fue culpar a los estudios responsables de los juegos de su catálogo pues, consideraba que no habían sido adaptados correctamente a Stadia pero, tras pasar unos meses, los jugadores se dieron cuenta de que la compañía no estaba ofreciendo solución al problema. 

Debido a que Google no parecía estar priorizando Stadia, ni tampoco a sus usuarios, éstos comenzaron a preocuparse ya que, Google ha demostrado en muchas ocasiones que no le tiembla el pulso para cerrar proyectos. Los jugadores se preguntaban qué pasaría con los juegos adquiridos, así como su suscripción, si el proyecto fracasaba, otro posible motivo por el cual Stadia no despegaba, la desconfianza. 

La pandemia llegó y, con ella, un incremento espectacular en las suscripciones a plataformas de ocio. Google aprovechó la oportunidad y quiso dar un impulso a Stadia, ofreciendo la suscripción de manera gratuita para nuevos jugadores, lo que llevó a incrementar también su catálogo de videojuegos que, a final de 2020 disponía de más de un centenar de títulos, incluyendo ‘Cyberpunk’.

Lamentablemente, a pesar de estas oportunidades, Stadia siguió sin convencer a los usuarios y, el golpe definitivo vino con el lanzamiento de la nueva generación de consolas, PlayStation 5 y Xbox Series, a finales de 2020. Ya sabemos cómo se dispararon las ventas de estas plataformas, llegando incluso a la escasez de stock que, meses tras su lanzamiento, todavía dura. Y es que, la experiencia de juego que ofrece una plataforma en streaming como Stadia, no parece estar a la altura de la de consolas y PC. 

En febrero de 2021, el mes pasado, Google anunció el cierre de su estudio de videojuegos y, esto quiere decir que no habrá juegos exclusivos para Stadia al menos, por el momento. Esto es claramente otro punto en contra de la plataforma de Google y, ahora mismo, así están las cosas con Stadia. 

Como resumen, podemos decir que los videojuegos en streaming tienen un gran potencial pero, quizás Stadia no ha tenido una estrategia lo suficientemente interesante como para seducir a los jugadores. Esto es, principalmente, por tener que adquirir los videojuegos además de la suscripción, algo que no pasa con otros proyectos similares como Microsoft Project X Cloud o Luna, la plataforma de videojuegos de Amazon, que saldrá próximamente. 

Además, la falta de transparencia y feedback para con los usuarios, no ha generado la confianza necesaria como para crear una comunidad relevante de jugadores y, sumado a que tampoco se han cumplido las expectativas de calidad para proporcionar la experiencia de juego prometida, parece que Stadia podría unirse a los proyectos descartados por Google en un tiempo, aunque esperamos que no. 

Y vosotros, ¿qué pensáis? ¿Creéis que Stadia tiene opciones de recuperarse y llegar a convertirse en la plataforma que todos esperábamos? 

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